Motor grueso
• Masaje: Frota con un paño suave crema o
aceite en el cuerpo del bebé y al mismo tiempo cuéntale cómo se sienten las
caricias que le haces. Esta actividad favorece el gusto al tacto y los lazos de
empatía.
• Ayuda a controlar su cabeza: Cuando el
niño este acostado boca abajo, ofrécele juguetes de colores llamativos y que
tengan sonidos alegres para motivarlo a levantar la cabeza. Si al niño le
cuesta levantarla, colóquele una cobija bajo el pecho y hombros o acuéstelo en
su pecho casi sentado para que de esta manera se le facilite el trabajo.
• Otra manera es acostarlo boca arriba y
colocarle juguetes a los lados para estimularlo a girar la cabeza.
• Estimúlalo a voltearse: Una vez que el
niño tenga el control de su cabeza es hora de enseñarlo a girar su cuerpo.
Coloca al niño sobre una manta suave, levanta lentamente un lado de la manta
para que el niño ruede hacia el otro lado, continúa haciéndolo rodar mientras
le hablas demostrándole tu alegría. Esta actividad de estimulación temprana
favorece la motricidad del bebe.
Motor fino
• Desarrollar la coordinación de manos:
Colóquele un dedo en la palma de la mano del bebé para que al tacto la cierre y
lo ayude a estimular sus reflejos, si siempre tiene la mano cerrada frótele
desde el dedo meñique hasta su muñeca para que abra la mano y le agarre el
dedo, este pequeño ejercicio fomentará el desarrollo de la psicomotricidad del
niño.
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